DA EL PAIS
El festival PEN debate sobre los retos de la literatura en castellano en EE UU
ANDREA AGUILAR
Bastó una breve escena en la que un personaje cree haber visto un fantasma, para que la etiqueta de "realismo mágico" cayera sobre la edición estadounidense de Los minutos negros, el primer libro de Martín Solares. Junto a Rodrigo Fresán, Alberto Ruy-Sánchez y el novelista americano de origen filipino Miguel Syjuco, el autor mexicano reflexionó en un panel organizado por el PEN Festival Internacional de Literatura de Nueva York sobre el peso de los clichés con los que cargan los autores latinos en el mercado estadounidense. "A menudo los lectores en este país piensan que las novelas de autores latinoamericanos siempre suceden en escenarios exóticos, en selvas donde mandan dictadores", dice Natasha Wimmer moderadora del encuentro y traductora de Los detectives salvajes y 2666, de Roberto Bolaño. La excelente acogida que han tenido estas dos novelas no deja de ser un fenómeno puntual: en gran medida el mercado estadounidense sigue siendo impermeable a la literatura escrita en castellano.
El número total de libros traducidos representa un escaso 3%
"En Estados Unidos hay una idea muy estereotipada de lo español y lo latino. Son incapaces de acercarse al fenómeno literario en su realidad", sostiene el novelista Eduardo Lago, director del Instituto Cervantes en Nueva York. "Descubrir a Bolaño les permite ignorar todo lo demás". Aunque la cifra total de libros traducidos que son publicados en Estados Unidos representa un escaso 3%, Lago considera que los autores españoles están en clara desventaja frente a latinoamericanos y europeos. "Se traduce a muy pocos y las editoriales que sacan las obras son pequeñas. Ninguno llega realmente a calar".
La más reciente excepción a esta tendencia es Carlos Ruiz Zafón y su Sombra del viento, cuya edición americana ha vendió más de 200.000 ejemplares en 2009 según Publisher's Weekly. Otros éxitos editoriales como Soldados de Salamina de Javier Cercas, no han corrido la misma suerte. El escritor que ha participado en el PEN Festival recordaba que a pesar de haber vendido miles de ejemplares en Reino Unido, su novela no acabó de cuajar en Estados Unidos.
La novelista y periodista Barbara Probst Solomon considera que el problema entronca con los cambios que ha experimentado el mundo literario estadounidense en las últimas décadas. "La presencia de la literatura extranjera ha caído, pero también lo ha hecho la literatura estadounidense en general con la propagación de best-sellers de aeropuerto", sostiene. La cultura, dice Solomon, ha buscado refugio en editoriales más pequeñas y en sellos universitarios. "O bien quieres grandes ventas y entrar en ese circuito o decides estar presente en la cultura que sobrevive de forma más independiente. La literatura española es tomada en serio en las universidades", afirma. En el último número de Reading Room Journal, la revista literaria que dirige, la escritora presenta en inglés una selección de textos de Javier Marías, Juan Goytisolo o Juan Marsé entre otros. "Mi principal objeción es la creación de guetos culturales y España no es el único país que lo hace. Lo fundamental es mezclar a autores extranjeros y estadounidenses". Rodrigo Fresán señala otro importante cambio respecto de la primera mitad del siglo XX, un tiempo en el que los grandes escritores desde Fitzgerald hasta Bowles pasando por los beatniks, viajaban por el mundo. "Había curiosidad por lo que ocurría fuera. Hoy más allá de la calidad y el nivel, que es muy alto, es difícil encontrar a jóvenes escritores que no escriban sobre las ciudades americanas, los suburbios o el campo".
El 14% de la población estadounidense es hispana y es a este mercado de potenciales lectores en español al que van dirigidas algunas iniciativas editoriales. Uno de los principales actores es Santillana USA, con sede en Miami, y varias divisiones que engloban desde textos escolares hasta novelas. "Hay 30 millones de latinos pero leen poco. Una de las principales vías de integración es el idioma y la segunda y la tercera generación de inmigrantes leen más en inglés", explica Jaime de Pablos, director de otro de los principales sellos en castellano, Vintage en español, que actualmente publica en bolsillo cerca de 60 títulos al año con una tirada media de 9.000 ejemplares. La mitad del catálogo son libros escritos originalmente en español, el resto son traducidos. "Cualquier libro escrito en inglés que funcione muy, muy bien en el mercado estadounidense funcionará también en español", asegura.
Las cifras de las letras latinas
- Uno de cada cinco escolares en EE UU es hispano, según cálculos del Pew Hispanic Center.
- Un total de 822.985 estudiantes asistieron a clases de español en las universidades americanas (Modern Language Association, 2006).
- En el periodo comprendido entre 2002 y 2006 el número de estudiantes de español en las universidades creció un 10% (Modern Language Association).
El festival PEN debate sobre los retos de la literatura en castellano en EE UU
ANDREA AGUILAR
Bastó una breve escena en la que un personaje cree haber visto un fantasma, para que la etiqueta de "realismo mágico" cayera sobre la edición estadounidense de Los minutos negros, el primer libro de Martín Solares. Junto a Rodrigo Fresán, Alberto Ruy-Sánchez y el novelista americano de origen filipino Miguel Syjuco, el autor mexicano reflexionó en un panel organizado por el PEN Festival Internacional de Literatura de Nueva York sobre el peso de los clichés con los que cargan los autores latinos en el mercado estadounidense. "A menudo los lectores en este país piensan que las novelas de autores latinoamericanos siempre suceden en escenarios exóticos, en selvas donde mandan dictadores", dice Natasha Wimmer moderadora del encuentro y traductora de Los detectives salvajes y 2666, de Roberto Bolaño. La excelente acogida que han tenido estas dos novelas no deja de ser un fenómeno puntual: en gran medida el mercado estadounidense sigue siendo impermeable a la literatura escrita en castellano.
El número total de libros traducidos representa un escaso 3%
"En Estados Unidos hay una idea muy estereotipada de lo español y lo latino. Son incapaces de acercarse al fenómeno literario en su realidad", sostiene el novelista Eduardo Lago, director del Instituto Cervantes en Nueva York. "Descubrir a Bolaño les permite ignorar todo lo demás". Aunque la cifra total de libros traducidos que son publicados en Estados Unidos representa un escaso 3%, Lago considera que los autores españoles están en clara desventaja frente a latinoamericanos y europeos. "Se traduce a muy pocos y las editoriales que sacan las obras son pequeñas. Ninguno llega realmente a calar".
La más reciente excepción a esta tendencia es Carlos Ruiz Zafón y su Sombra del viento, cuya edición americana ha vendió más de 200.000 ejemplares en 2009 según Publisher's Weekly. Otros éxitos editoriales como Soldados de Salamina de Javier Cercas, no han corrido la misma suerte. El escritor que ha participado en el PEN Festival recordaba que a pesar de haber vendido miles de ejemplares en Reino Unido, su novela no acabó de cuajar en Estados Unidos.
La novelista y periodista Barbara Probst Solomon considera que el problema entronca con los cambios que ha experimentado el mundo literario estadounidense en las últimas décadas. "La presencia de la literatura extranjera ha caído, pero también lo ha hecho la literatura estadounidense en general con la propagación de best-sellers de aeropuerto", sostiene. La cultura, dice Solomon, ha buscado refugio en editoriales más pequeñas y en sellos universitarios. "O bien quieres grandes ventas y entrar en ese circuito o decides estar presente en la cultura que sobrevive de forma más independiente. La literatura española es tomada en serio en las universidades", afirma. En el último número de Reading Room Journal, la revista literaria que dirige, la escritora presenta en inglés una selección de textos de Javier Marías, Juan Goytisolo o Juan Marsé entre otros. "Mi principal objeción es la creación de guetos culturales y España no es el único país que lo hace. Lo fundamental es mezclar a autores extranjeros y estadounidenses". Rodrigo Fresán señala otro importante cambio respecto de la primera mitad del siglo XX, un tiempo en el que los grandes escritores desde Fitzgerald hasta Bowles pasando por los beatniks, viajaban por el mundo. "Había curiosidad por lo que ocurría fuera. Hoy más allá de la calidad y el nivel, que es muy alto, es difícil encontrar a jóvenes escritores que no escriban sobre las ciudades americanas, los suburbios o el campo".
El 14% de la población estadounidense es hispana y es a este mercado de potenciales lectores en español al que van dirigidas algunas iniciativas editoriales. Uno de los principales actores es Santillana USA, con sede en Miami, y varias divisiones que engloban desde textos escolares hasta novelas. "Hay 30 millones de latinos pero leen poco. Una de las principales vías de integración es el idioma y la segunda y la tercera generación de inmigrantes leen más en inglés", explica Jaime de Pablos, director de otro de los principales sellos en castellano, Vintage en español, que actualmente publica en bolsillo cerca de 60 títulos al año con una tirada media de 9.000 ejemplares. La mitad del catálogo son libros escritos originalmente en español, el resto son traducidos. "Cualquier libro escrito en inglés que funcione muy, muy bien en el mercado estadounidense funcionará también en español", asegura.
Las cifras de las letras latinas
- Uno de cada cinco escolares en EE UU es hispano, según cálculos del Pew Hispanic Center.
- Un total de 822.985 estudiantes asistieron a clases de español en las universidades americanas (Modern Language Association, 2006).
- En el periodo comprendido entre 2002 y 2006 el número de estudiantes de español en las universidades creció un 10% (Modern Language Association).
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